SÉ TÚ MISMA, cueste lo que cueste, jamás te arrepentirás, de ser el original de ti misma y no una copia de lo que a los demás le gustaría que fueses.
La vida nos ha creado por un motivo por una razón mayor y por no saber cuál es esa razón no es leal con nosotros mismos el pretender crear una copia o un conjunto de percepciones por parte de los demás de lo que en teoría deberíamos ser.
Estamos dotados de los medios necesarios para poder desarrollarnos en este mundo material, físico, dotados de una inteligencia superior respecto a cualquier otra especie de esta tierra y de un medio maravilloso como nuestro cuerpo con el cual podemos aprender y realizar infinidades de habilidades capaces de crear el mundo que cada persona desea. A Veces nos nos damos cuenta pero antes o después (y ya está dicho por grandes maestros) somos creadores de nuestra propio mundo) A partir de creer que solo nosotras tenemos la responsabilidad y la habilidad de crear nuestro mundo con nuestros verdaderos colores.
Cuando dejamos a un lado lo que nos hace únicas “auténticas” para convertirnos en una persona «estándar», creada y manejada para “encajar” o que a todo se ajusta, permitimos que entren en nuestra vida personas que también tengan esas mismas características y muy probablemente si somos sinceros no querríamos cerca en nuestra realidad.
Poco a poco y sin que nos demos cuenta, nuestros días adquieren una tonalidad gris, ahí donde no existe el brillo que inspira ni la espontaneidad que alegra y motiva a la creación de nuevas cosas para nosotras.
Así, es nuestra responsabilidad es descubrir y defender nuestra propia luz, aquello que nos hace distintos, aquello que nos convierte en seres irrepetibles para un mundo que somos sustituibles. Un recurso tan simple y seguro es el encontrar momentos de silencio con nosotras mismas y preguntarnos:
QUIÉN CREO QUE SOY?
QUIÉN QUIERO SER?
QUIÉN SOY A LOS OJOS DE LOS DEMÁS?
…responde-TE y te sorprenderás de ti misma.