13 de agosto 2022, 5:28 a.m.
Calma
YO: Imagino por el título que necesito calma en estos momentos históricos de mi vida, ¿Verdad?
SOY: No necesariamente tú, sino tu alma, tu sentir, eres un huracán de energía que gira, a veces sin rumbo, y eso te agota muchísimo, solo que es una necesidad mayor, el hacer, hacer, hacer, correr, correr, correr… pues tu movimiento te mantiene viva.
YO: ¿Cómo es eso, explícame por favor?
SOY: Claro, cuando tú te mueves gastas una energía acumulada que necesitas eliminar, sino lo haces así te consumirías los órganos. Tienes un exceso de energía, que aún no canalizas para tu bien y el de los que te seguirán.
YO: ¿Me seguirán? ¿De qué hablas exactamente?
SOY: Tú tienes un don, ese don lo tienes para compartir con los demás, has nacido líder, de personas que aún no encuentran su sentir, su conexión con ellos mismos, es por ello que tú te estás entrenando para poder guiarlos. Estás abriendo camino para luego hacerlo con ellos, es parte de un ecosistema. Si la calma no te acompaña, te ahogarás en esa energía sin poder canalizar.
YO: Y… ¿Cómo hago, cómo hago para poder sentir esa serenidad en mí y poder transmitirla? Solo con decirlo me suena extraño. Calma es una palabra que en mi vocabulario de vida se escucha poco. Ja ja ja
SOY: Así es, pues crees que el hacer te mantiene en vida, pero en realidad la consume. Correr para vivir y en el correr consumes muchísima energía, de acción, en vez que de perdón.
YO: ¿De perdón? ¿Cómo, de qué? No entiendo.
SOY: Perdón de lo que crees que haces.
YO: Estoy muy confundida… ¿De lo que creo que hago?
SOY: Crees que eres culpable de todo lo que sucede en tu hogar, a tu alrededor, y te condenas, pagando la pena. Y «haciendolo» canalizas y calmas esa necesidad psíquica. Te observas como un animal que apenas ha cazado y corre para no ser tú también una presa más.
YO: Muy primitivo todo esto, ¿Así estoy, así me siento?
SOY: La culpa que sientes, no es por tu caza. Es por abandonar los tuyos para la caza.
YO: Me surge una pregunta, ¿Es por eso que lloro tanto? Casi por todo, Por tristeza, por alegría, por emoción, por miedo, por rabia…
SOY: Tus emociones -tu sistema hormonal-, lo equilibras con el llanto, él es una válvula de escape.
YO: Ya me parecía, últimamente me siento mejor por ello. A veces era preocupante, ya que no lo podía contener y me dificultaba el relacionarme con otras personas y poder mantener un diálogo.
SOY: El llanto es tu aliado y lo estás comprendiendo, pues ahora no te culpas por ello, lo dejas y fluyes.
YO: Sí, sí, es verdad, he tomado conciencia de ello. Me hace sentir en calma, con más equilibrio.
SOY: Lo reconoces porque eres conciente y el reconocerlo hace que sanes, perdonandote.
YO: Es complicado este juego de frases.
SOY: ¿Lo es? ¿O lo es la psicología humana en realidad? Es ella que se ha vuelto complicada, la naturaleza sigue los ciclos. Solo el ser humano, al no seguir sus propios ciclos, ha frenado la rueda y comienza a complicar el pasaje de energía, el ciclo de dar y recibir.
YO: Ese es un tema que últimamente estoy trabajando en mí.
SOY: Lo sé, es allí donde te pierdes pues es el recibir de los demás, el contacto, el diálogo, el permitir que el otro te entregue lo que tiene para dar y no lo que tu esperas que te de.
YO: Eso es muy fuerte, ¿Es control verdad?
SOY: Así es niña mía, tú pretendes controlar el mundo, y el mundo se controla a sí mismo, es un ecosistema, y siendo eco necesita sí o sí vivir ciclos, utilizar energía cuando se la requiera y no fuera de tiempo.
YO: Nuevamente estoy yo, haciendo y haciendo.
SOY: El hacer te da ese control que crees y quieres tener. Pero es en vano, es decir sin rumbo, sin un objetivo, pues lo haces por hacer.
YO: Hoy siento que estás siendo muy duro conmigo, en tus palabras y en tu forma acusadora,
SOY: Absolutamente no niña mía, esa eres tú misma, y por ello te culpas. Culpas el hecho de que aún no alimentas tus proyectos cómo te gustaría, aún no tomas, tus responsabilidades como te gustaría, no tienes los resultados que quisieras, no es el mundo que te imaginas. Tus expectativas, recuerdas.
YO: Sí, ¿Por qué es así? ¿Solo por una cuestión de supervivencia ancestral…, animal?
SOY: En parte sí, y en parte porque estás acostumbrada a ello, no sabes que hacer, pero haces.
YO: Quisiera salir de ese círculo. ¿Es posible?
SOY: Sí, una manera es hacer conciente lo inconciente. Es decir, comprenderlo, abrazarlo, abrazar-te. Haces tanto sin un sentido.
YO: Eso ya me lo has dicho.
SOY: No lo suficiente.
YO: ¿Es por ello que últimamente me siento tan agotada?
SOY: Sí, por ello y porque tu organismo se está preparando, se está adaptando para los cambios por venir.
YO: Creo comprender.
SOY: Lo que piensas, anula a tu sentir.
YO: ja ja ja a veces me olvido que sabes todo sobre mí.
SOY: SOMOSUNO.
YO: Hoy me quedó claro que yo misma estoy interrumpiendo mis propios ciclos, ayer me aconsejaron hacer actividad física, es una gran ayuda, además de beber 8 vasos de agua. Lo haré, quiero y me gustaría encontrar la calma.
SOY: Lo harás, tu camino ha comenzado ya tiempo atrás, en búsqueda de calma mental y emocional, tu físico te ayudará.
YO: Increíble nuestro cuerpo, es el ancla a la tierra. Lo escucharé más seguido.
SOY: Conoces más de los demás cuerpos que del tuyo propio, otra incongruencia del ser humano. La conquista de lo ajeno.
YO: Hoy me siento irritada, me has dicho cosas duras.
SOY: La dura eres tú, y el juicio que te das, y en por consiguiente la culpa; te culpas y vas a la acción, corres con el objetivo de … y así sucesivamente ya lo conoces el círculo.
YO: Sí
SOY: El perdón te dará la calma y… la calma te dará a tí misma.
YO: ¿Todo es cíclico?
SOY: No exactamente, en realidad, evolutivamente, es espiralado.
YO: La fibonacci.
SOY: Seguir la fibonacci es encontrar la calma.
YO: Muy loco todo realmente, gracias, gracias, gracias.
SOY: A ti niña mía, a ti.